domingo, 5 de febrero de 2017

Salimos a disfrutar de "El alcalde de Zalamea" en el Teatro de la Comedia

Cartel de la CNTC de la representación
El jueves 26 de enero de 2017 fuimos a ver la puesta en escena de la obra "El alcalde de Zalamea", representada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico  (CNTC) en el renovado Teatro de la Comedia, que fue remodelado durante varios años y volvió a reabrirse en octubre de 2015. 

El alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca pertenece a la Comedia Nueva del Barroco español, uno de los periodos más importantes e innovadores, gracias a los cambios que introdujo Lope de Vega y que luego siguieron muchos autores, entre ellos Caldrón. Esta es la tercera vez que representa esta obra la CNTC y no podíamos desaprovechar la ocasión de verla con nuestros alumnos.

Podéis ver un tráiler de la obra que tiene en su página web el Teatro Clásico en este vídeo.  

Imagen de la CNTC representación 2015
 El alcalde de Zalamea es uno de los “dramas de honor” de Calderón de la Barca. En ellos, se plantea el asunto del honor familiar mancillado por la fuerza, pero que el padre, Pedro Crespo, debe vengar, en principio, matando a su hija, para recuperarlo. Recordemos que el honor de la familia recaía en las mujeres – la esposa, la hija – y  que los hombres – el marido o el padre – eran los encargados de recuperarlo, aunque fuera a costa de acabar con la vida de la mujer forzada, inocente y, a la vez, querida por ellos. 


Calderón de la Barca pretende hacernos reflexionar sobre la bondad o no de ejecutar esta decisión y nos muestra un padre bondadoso y defensor de sus hijos frente a las tropelías cometidas por los soldados y el capitán de Felipe II, don Álvaro de Ataide. Asimismo, la obra termina con la intervención del propio rey que considera justo que Pedro Crespo – al principio de la obra un campesino adinerado, y al final, el alcalde de Zalamea – se “salte” las reglas aplicándole al capitán las leyes civiles y no las militares. No cuento nada más por si tenéis la ocasión de verla en alguna de las representaciones que harán por toda España.

Nuestros alumnos disfrutaron mucho de la obra, al igual que todo el público que asistió ese día, ya que logramos con nuestros aplausos que salieran hasta cinco veces a saludar. Muy bellas algunas escenas de la puesta en escena - como cuando Pedro Crespo se encuentra con su hija Isabel -, aunque, a mi parecer, demasiada verticalidad en la pared del escenario y un cierto abuso de interpretación en los flancos laterales, que obligaba a ver el trabajo actoral, en exceso, de perfil y no frente al público.

Joaquín Notario, como Lope de Figueroa, y Carmelo Gómez, como Pedro Crespo CNTC
Los actores, en general, estuvieron estupendos. Carmelo Gómez, como Pedro Crespo, se hizo muy bien con el papel, el cual, en 2011, representó el magnífico Joaquín Notario, que, en esta ocasión, hizo de don Lope de Figueroa. No obstante, disfruté más cuando hizo de Pedro Crespo, así como de los duelos dialécticos con José Luis Santos, que hizo de don Lope de Figueroa, en aquella representación. 

Foto de El Imparcial
Carmelo Gómez me gustó bastante, pero creo que se le sacó poco partido y hubo interpretaciones equivocadas para un actor que tiene una presencia imponente en el escenario. Y eso que soy muy "Carmelista", pero me parece que no acertó en la dirección Helena Pimenta. También creo que se equivocó al elegir a Rafa Castejón como Juan, el hijo de Pedro Crespo, porque resultaba un poco mayor para el papel, aunque la interpretación estuvo muy digna.

Por otra parte, repitió David Lorente, como Rebolledo, que en la función de 2011 estuvo más logrado, para mi gusto, mejor dirigido. Sin embargo, no me gustó nada la actuación de Clara Sanchis, la Chispa, como compañera de Rebolledo; quizá demasiado joven, quizá poco fresca y descarada, le faltaba el punto de travesura que le dio la actriz Pepa Pedroche en 2011.

La soldadesca que llega a Zalamea. Fuente CNTC
Muy buena fue la interpretación de Nuria Gallardo, que hacía el papel de Isabel, la hija de Pedro Crespo, muy creíble y con gran fuerza. Jesús Noguero, el capitán don Álvaro de Ataide, estuvo fenomenal, pero, en mi caso, también me gustó más Ernesto Arias en ese papel, en la representación de 2011. 

Nuestros alumnos difrutaron mucho de los contrapuntos graciosos de don Mendo y Nuño, que representaron Francesco Carril y Álvaro de Juan; y así nos lo dijeron. Sin embargo, yo no puedo olvidar a los estupendos e histriónicos amo-hidalgo-venido a menos, don Mendo (Miguel Cubero) y, su criado, Nuño (Alejando Saá) de 2011.

Qué se le va a hacer, si una ya va cumpliendo años y empieza a ver la misma obra varias veces, aunque en el teatro - ese es su secreto - nunca es la misma. Incluso aunque la haga la misma compañía y los mismos actores. Os animo a que vayáis vosotros y me digáis qué os parece. Incluso, puede que alguno haya visto también la representación de 2011 y pueda compararla como he hecho yo aquí e hice con mis compañeros Maite y Max, tras salir del teatro. Si es que cuando a una le gusta el teatro, disfruta hasta de lo que no le gusta de él. ¡Qué contenta estoy de ello!


Algunos alumnos de Secundaria e Inglés con sus profesores Maite, Max e Isabel.

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